Por favor leer escuchando esto. Gracias. https://www.youtube.com/watch?v=VAOBIkhOARM
Ya no quiero volverme tan loca
con las normas APA, este conjunto de reglas ha complicado mi vida, y con las
ultimas clases enfocadas exclusivamente en este tema, en el fondo de mi veo
temor y veo sospechas con esta extraña fascinación nueva que tiene el profesor.
Desde el colegio adaptarme a estas normas fue difícil, empezando nunca he
tenido muy claro la larga lista de estatutos, no me los he aprendido ni mucho
menos sé cómo aplicarlos correctamente. Así que, para entender todo este
embrollo: No voy en tren, voy en avión.
Por si no usted no ha ido a New
York, ni a Paris, por el contrario, vive bajo la tierra, Charly García ha
regresado al mundo de la música con “Random”, el nuevo álbum que estreno hace
poco , el 23 de febrero de este año para ser exactos. Arrancó con Chopin nocturne op 9 no 2 para regalarnos La máquina
de ser feliz, plateada y lunar. Justo en esta locomotora desconocida pero
cautivadora, nos aventuraremos a entender lo que un grupo de psicólogos,
antropólogos y administradores de negocios han decidido imponer como necesaria
tortura académica.
Código 1: Tipos de artículos. Hay 6 tipos
de artículos, (como los años que Charly se demoró en darnos pistas de un nuevo
álbum, desde el 2010 con Kill Gil estábamos esperando su regreso. Valió la
pena.) Hay estudios empíricos, enfocados en proyectos de investigación y su
proceso; reseña literaria (artículo que estoy dispuesta a hacer sobre “líneas
paralelas” escrito adivinen por quien, Charly) , encargada de evaluar material
de otros autores; artículos teóricos, que presentan información empírica sobre un tema promoviendo el avance de alguna teoría, para afinar algunos conceptos;
artículos metodológicos, (ojala Charly hiciera uno sobre el proceso creativo de
“los dinosaurios”) que explican a la comunidad investigativa, modernos métodos,
nuevas formas de indagación o modificaciones a otros métodos; estudios de caso,
que son informes obtenidos al trabajar con individuos o comunidades y otros
tipos de artículos, que vienen siendo como el homenaje que Charly Garcia, Fito
Páez y Ricardo Molo le hicieron a Cerati, ya que este tipo de artículos se
enfocan en información breve, comentarios, obituarios, réplicas de obras, etc.
Este código también habla de la ética en
la presentación de estos documentos. Evitar el plagio, citar correctamente, dar
los créditos correspondientes. Con “me siento mucho mejor” Charly nos mostró
como se vuelve una canción ajena en un hit musical sin necesidad de cometer
plagio, por el contario rinde tributo a otros autores, ya que su trabajo como
versionista ha sido impecable, y me podría quedar hablando horas sobre “Himno
nacional argentino” inspirada en Star-Spangled Banner de Jimi Hendrix o “influencia” y su relación con “Influenza” de Todd Rundgren, pero este escrito es sobre
normas APA, vaina que tengo que recordarle al lector y principalmente a mí.
Código 2: Elementos de manuscrito. ¡Qué
placer esta pena! Acá se habla sobre el título del documento, el nombre del
autor, la afiliación institucional (¿Sabían que le dicen “Bigote bicolor” a
Charly García por la falta de pigmentación en su bigote, gracias al vitíligo, provocado por los trastornos que sufrió ya que sus padres estuvieron
ausentes durante su infancia?, pobre, pero es un título, es explicativo y tiene
menos de 12 palabras, cuenta).
Además, este código nos habla del
resumen, que es una síntesis breve, preciso y no evaluativo, coherente y
conciso. Por ejemplo, la versión charlesca del himno nacional argentino es un
resumen en versión rock en español, que logra condensar en 4:35 minutos los
10:37 minutos originales, pero sin perder el sentido, por el contrario,
adquiere un valor adicional, que servirá para reconstruir un periodo de la
historia argentina, instrumentalmente hablando, y fue tal el impacto que muchos
argentinos tildan esta versión como mejor, algunos hasta se atreven
de reclamar esta interpretación en los partidos de fútbol, prefiriéndola sobre
la de Vicente López y Blas Perea.
Código 3: Canción para mi muerte. Hubo un
tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad, luego me toco exponer el código
3. Sólo por si no se ha percatado, para mi es difícil mantener distancia de un lenguaje literario o metafórico, ya que
considero mucho más hermosa y entretenida una prosa elegante acariciada tenuemente
por alegorías y símbolos, pero APA no está de acuerdo con mi posición romántica
en sus textos académicos, APA prefiere lo literal, especifico y directo, “menos
es más”, diga únicamente lo que quiere decir, evitando las redundancias y las
contradicciones, evite el te amo, te odio, dame más.
Es importante que las ideas estén organizadas,
se debe pensar bien en la línea que se quiere seguir en el artículo, todo lo contrario,
a “rompan todo” que Charly hizo en 1991 con Pedro Anzar, porque si quieres bailar,
si quieres sentir, adelante, pero siguiendo una estructura, ya que facilitara
la lectura y hará más entendible el texto. También es importante elegir el
vocabulario correcto y la jerga adecuada. (Algo así como “No llores por mí,
Argentina”, vaya expresión tan acertada).
Procedemos a la reducción de discriminación
por tema. Género, hace referencia a los términos adecuados y no peyorativos que
deben usarse en un texto académico, eludiendo una marginación sexual. No se
dice “sexo opuesto” se dice “el otro sexo” y una mujer que estudió ingeniería es
ingeniera. No seamos suicidas, recurramos al plural y nos libramos de las
complicaciones que implica distinguir si somos excluyentes o no, cambiemos el
terapeuta, por los terapeutas, recuerden que todo gato en la ciudad tiene mil
vidas.
Desconocía varias cosas cuando empecé a
realizar esta exposición, la diferencia entre transgénero y transexual me era
tan ajena como la cordura a Charly, la diferencia es que yo necesito de estos
conocimientos, él está perfecto en su locura. APA enseña a no tener caos,
Charly me enseñó a ordenar el caos.
APA es como “Tu vicio”. Yo soy un vicio
más, en tu vida soy un vicio más ¿Por qué no me dejas si es que soy tan sólo un
vicio más? Tu vicio. Tal cual, puedo oír susurrar esas palabras en mi oído cada
vez que empiezo algún texto bajo estas normas demoniacas, a pesar del odio que
le guardo, las necesito, las necesitamos.
Cuando escuche por vez primera “chipi
chipi” la deteste. Charly acababa de romperme el corazón. Sentía que las
botellas de póker, el humo de jet negro y la reciente charla sobre Sartre no
combinaba para nada con ese sonsonete medio salsero. El cambio abrupto de “cuando
pase el temblor” de Soda Stereo a el trabajo experimental del señor bigote
bicolor no me convenció. Pedí que la cambiaran, que Janis Joplin me lograría entender
mejor en ese momento. Mis caprichos fueron rápidamente atendidos, y deje atrás a
ese tal “chipi chipi”. Viernes posteriores, esa canción me persiguió, y así fue
como le cogí cariño, de a poquitos. Espero que suceda lo mismo con APA, que de
lunes en lunes pueda entenderlas lo suficiente como para aplicarlas, o al menos
para que en el próximo parcial me vaya bien.
Ahora ustedes cada vez que estén “masturbando
a la nena en un hotel de Pinamar” pensaran en APA, y así sabré que he logrado mi
cometido.