Al entrar a esta universidad era
consiente de ciertos beneficios que contaba, sabía que la biblioteca Alfonso
Barrero Cabal me brindaría desde a Hanna Arent y John Locke hasta libros sobre
el tarot y el Kamasutra. También sabia de ático, que me ha sido muy útil en mis
proyectos audiovisuales y trabajos publicitarios; las cámaras, luces y
micrófonos son una ventaja que tenemos sobre otras universidades. Con el tiempo
fui conociendo más y más beneficios, como por ejemplo el poder ver películas en
la biblioteca y jugar Xbox. Además, tenemos el gimnasio, que sinceramente use
dos veces porque la actividad física y yo no nos llevamos muy bien, por eso si
vuelvo sería por el jacuzzi.
Luego de un año en la universidad,
en esta clase, conocí que tenía acceso a otros beneficios, como a la base de
datos que me ha sido muy útil en otras materias. Esto me recordó algo sucedido
en otra clase: en teoría del conflicto el profesor nos mostró una base de datos
que estoy segura que le sería bastante útil a muchos, ya que contiene todos los
conflictos armados del mundo, con fechas exactas, los actores y cifras exactas.
Entonces me llevo a preguntarme algo ¿De cuantas bases de datos me estoy
perdiendo?
De muchas Paula, de muchas. Luego
de un pequeño curso (tutorial en YouTube) y buscar exhaustivamente (googlear)
conocí otras bases de datos, que seguramente usaré en mis próximos trabajos, que
lamento profundamente no haber conocido antes. Yo, al sentirme orgullosa de mi
nuevo conocimiento, le conté a mi papá lo aprendido y le muestre algunas de las
bases de datos que conocí y cómo manejarlas, posteriormente el soltó el típico
comentario de “Si hubiera tenido esto en mi época, todo hubiera sido más fácil”
para luego regañarme por no haberlas conocido antes y demás sermones que nunca
faltan. Lo bueno es que ahora él también usa algunas de las bases de datos para
su trabajo, ahora los artículos que escribe tienen diferentes fuentes y es
bastante tierno ver a mi papá navegando como todo un jovensuelo en esta
plataforma.
En clase también conocimos google
académico, plataforma que filtra mejor la información que el google
convencional. Así que hice un experimento: Si en el google que todos conocemos,
con poner los síntomas en la barra de búsqueda automáticamente padecemos de
cáncer terminal, ¿qué pasa si pongo los síntomas en google académico? Pues
nada, acá no me matan, acá me informan sobre plantas medicinales, pdf médicos
que proceden de una universidad y algunos informes de vacunas. En google
académico no muerdo, en cambio, aprendo medicina (un poquito).
En esa semana también nos
introdujimos en el mundo de las normas APA, y tocamos el tema del plagio, que
en lo personal, me encanta, identificar que es plagio, es toda una aventura
editorial que estoy dispuesta a afrontar por el resto de mi vida con especial
entusiasmo, oímos casos de plagio y aprendí que no debo hacer. Aprendimos los
tipos de artículos y sus características, así que ahora estoy un poco más
ubicada frente a este tema.
El mundo informacional es demasiado
amplio y tan desconocido por mí, cada día que paso en internet aprendo algo
nuevo, desde manualidades o recetas, hasta datos curiosos que impresionan a
ciertas personas. No puedo dejar de preguntarme cada lunes y miércoles ¿qué tan
bien estoy usando esta herramienta que cargo conmigo en mi celular y
computador? Pero tengo seguro que al menos saldré más hábil de esta clase, y
podré usar lo aprendido a lo largo de toda mi vida.
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